SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ POEMAS – MEJICANA
SOR JUANA, LA DÉCIMA MUSA.
Los poemas de sor Jauna son muy especiales.
Su verdadero nombre era: Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana. Ella fue un fenómeno en su época. Ciertamente las obras y poemas de Sor Juana tienen una fuerza especial para cautivar los corazones, Esto hizo que muchos la llamara la Décima Musa. Recordemos que las musas eran NUEVE y eran las acompañantes del dios Apolo, en la mitología griega.
Nació en San Miguel Napantla, México; pero increíblemente no se tiene una fecha exacta de su nacimiento. Mientras en 1952 se descubrió un acta que afirma que su nacimiento fue en noviembre de1648, hay otros indicios que apuntan al año 1651.
Ingresó la la orden de las Jerónimas, donde se convirtió en la administradora del convento y escribió diferente literatura. Fue una maestra en el soneto y en el barroco. Tenía una maravillosa perfección en la métrica. Empleó la mitología en su literatura. No sólo escribió poesía. Podemos destacar entre sus obras:EL DIVINO NARCISO, AMOR ES MÁS LABERINTO Y EL CETRO DE JOSÉ.
Si le gustaría saber más sobre su vida hágalo aquí: SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ.
POEMAS DE AMOR DE SOR JUANA.
DE AMOR, PUESTO ANTES EN SUJETO INDIGNO
Cuando mi error y tu vileza veo,
contemplo, Silvio, de mi amor errado,
cuán grave es la malicia del pecado,
cuán violenta la fuerza de un deseo.
A mi misma memoria apenas creo
que pudiese caber en mi cuidado
la última línea de lo despreciado,
el término final de un mal empleo.
Yo bien quisiera, cuando llego a verte,
viendo mi infame amor poder negarlo;
mas luego la razón justa me advierte
que sólo me remedia en publicarlo;
porque del gran delito de quererte
sólo es bastante pena confesarlo.
QUE CONSUELA A UN CELOSO
Amor empieza por desasosiego,
solicitud, ardores y desvelos;
crece con riesgos, lances y recelos;
susténtase de llantos y de ruego.
Doctrínanle tibiezas y despego,
conserva el ser entre engañosos velos,
hasta que con agravios o con celos
apaga con sus lágrimas su fuego.
Su principio, su medio y fin es éste:
¿pues por qué, Alcino, sientes el desvío
de Celia, que otro tiempo bien te quiso?
¿Qué razón hay de que dolor te cueste?
Pues no te engañó amor, Alcino mío,
sino que llegó el término preciso.
OTROS POEMAS DE SOR JUANA.
QUÉJASE DE LA SUERTE.
¿En perseguirme, mundo, qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.
Y no estimo hermosura que vencida
es despojo civil de las edades
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor en mis verdades
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
EN QUE DA MORAL CENSURA A UNA ROSA
Rosa divina que en gentil cultura
eres, con tu fragante sutileza,
magisterio purpúreo en la belleza,
enseñanza nevada a la hermosura.
Amago de la humana arquitectura,
ejemplo de la vana gentileza,
en cuyo ser unió naturaleza
la cuna alegre y triste sepultura.
¡Cuán altiva en tu pompa, presumida,
soberbia, el riesgo de morir desdeñas,
y luego desmayada y encogida
de tu caduco ser das mustias señas,
con que con docta muerte y necia vida,
viviendo engañas y muriendo enseñas!
Si
ALGUNOS MITOS: