ULISES: EL CABALLO DE TROYA.

LA BELLA HELENA.

Significado del mito de Ulises (Odiseo) y el Caballo de Troya. ¿De dónde sacó Ulises la idea del Caballo de Troya? Odiseo y los héroes griegos batallan por rescatar a Helena, quien fue raptada por Paris. La guerra duró 10 años hasta que Atenea le da la idea a Ulises de como entrar a Troya.

¿Qué pasó antes de la guerra de Troya? Se dice que Zeus encargo que Paris, hijo del rey de Troya, decidiera quien era la más bonita entre Hera, Atenea y Afrodita. Ese relato es conocido como EL JUICIO DE PARIS. Se comenta en tal juicio que cada uno le ofreció algo para que la escogiera; pero Paris no quiso el poder que le ofreció Hera, ni la sabiduría de Atenea, prefiero a Afrodita, quien le ofreció darle la mujer más bonita y esa fue, más tarde, la bella Helena de Troya.

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Helena, se dice, era realmente hermosa y tenía muchos pretendientes. Ella era hija de Zeus y esposa de Menelao, rey de Esparta. Paris es recibido por ambos, pero Menelao debe ir a Creta al funeral de su abuelo materno, Crateo. Afrodita, quien había prometido a Paris darle la mujer más bonita, aprovecha la ausencia del esposo de Helena para que se enamore de Paris y ambos escapan de Esparta. Helena se lleva sus tesoros

LA GUERRA DE TROYA.

Primero sucedió que Menelao y Odiseo fueron a Troya a reclamar a Helena y al tesoro que se llevaron. Pero no consiguieron nada. Por esta razón no hubo más que iniciar la famosa guerra que duraría 10 largos años. Los griegos no podían penetrar las murallas de Troya y las esperanzas iban muriendo. Por fin, Atenea, a diosa de la sabiduría, puso en la mente de Ulises la idea del Caballo de Troya. Dentro de él se esconderían los 30 mejores soldados, mientras el resto pretendería irse.

EL CABALLO DE TROYA.

Según el mito de Ulises, los griegos dejaron un Caballo de madera gigante en las playas para hacer creer a los troyanos que se habían rendido y que se habían ido derrotados. Un soldado griego había quedado para convencer al rey troyano que los griegos aceptaban su derrota y que dejaban el caballo como obsequio.

Uno de los adivinos del rey Priamo llega a la escena riéndose del cuento del griego. Le decía a su monarca que todo era una trampa y que no aceptara el caballo. Pero de pronto, una serpiente marina se traga a aquel hombre. El soldado griego afirma que los mismos dioses saben que él dice la verdad y que por eso han silenciado al adivino. Ante esto, el rey accede a introducir aquel caballo de madera dentro de la ciudad.

Los troyanos celebran esa noche y, se emborrachan. Allí es cuando los griegos guiados por Odiseo bajan del corcel para abrir las puertas de la ciudad y dejar entrar a los otros griegos para ganar la batalla dentro de la misma Troya.

Luego sale Odiseo hacia los mares a exclamar que él ha vencido a los troyanos sin ayuda de los dioses.

Poseidón ofendido le recuerda que él envió a su serpiente marina a devorar al adivino, de lo contrario Ulises jamás hubiera entrado a Troya. No olvidemos que incluso Atenea le dio la idea del caballo.

Lo cierto es que la ira de Poseidón se desata por la arrogancia de Odiseo, así que es condenado a viajar errante sin encontrar la ruta de regreso a su reino, al lugar donde está su amor: Penélope.

SIGNIFICADO DEL MITO DE ULISES.

Por un lado, vemos, en el mito de Ulises, una guerra que duro 10 años. ¿Cuál fue la causa? Ciertamente, fue una mujer, pero… ¿Qué hay detrás de eso? Por otra parte, tenemos a Ulises, quien fue un gran héroe lleno de valentía y coraje. Él era muy famoso y por ello altamente orgulloso. Se jactaba de ser Odiseo o Ulises. Con mucho orgullo decía su nombre. Su lección estaba por venir y sería precisamente por vencer a los troyanos.

EL RAPTO DE HELENA.

Claro, sabemos que fue por una mujer esa terrible guerra; pero no fue en sí la mujer, sino más bien lo que representa para un hombre que le roben a su mujer. Ponte en los zapatos de Menelao. Tal vez no habrías causado una guerra si te robaban a tu esposa, pero… la pregunta es: ¿cómo te sentirías? Claramente, entre otras cosas, te molestaría y eso causaría ira, con seguridad celos y tu hombría se iría al suelo. No creo que haríamos una guerra, pero sería un golpe horrible para cualquier esposo y peor aún si la amaba.

El punto aquí es que Helena fue solo el motivo externo, pero todos esos sentimientos y emociones negativas dentro de Menelao fueron los verdaderos causantes de la guerra.

LA LECCIÓN PARA ULISES.

Nuestro gran héroe cometió el error de no ser agradecido a los dioses. ¿Cuáles dioses? Los de adentro: La inteligencia, representada por Atenea; la vida misma, alegorizada por Poseidón. No olvidemos que la vida surge de las aguas, del océano, del mar. Dicho en pocas palabras, todo lo que tenemos es prestado, nada es nuestro. ¿Quién nos dio la inteligencia? ¿Quién nos prestó la vida?

Nosotros no somos capaces de reconocer que hay una fuerza extraordinaria en el universo que se manifiesta a través de nosotros. Esa fuerza e inteligencia está depositada en nuestro interior. Sin embargo, abundan las personas que olvidaron todo esto. DAR GRACIAS ES UN LINDO GESTO DE AMABILIDAD.

LA HUMILDAD.

Si algo ha caracterizado a los grandes hombres de la historia es la humildad. Los grandes sabios que han existido han sido seres simples, llenos de humildad. Criaturas extraordinarias que manifestaron esa inteligencia sin vanagloriarse. Para llegar a ser verdaderamente importante se debe ser verdaderamente humilde.

Eso le faltaba a nuestro héroe. Poseidón fue el encargado de darle la lección “castigándole” a navegar errante por 10 años, sin poder encontrar Itaca, su tierra, su reino; pero sobre todo el lugar donde su amada Penélope lo esperaba.

Festejar nuestros triunfos, llenarse de emoción por nuestras victorias es algo más que natural y, con toda seguridad, tenemos derecho. Lo que está mal es creer que solo, sin ayuda de nadie, podemos hacer lo que hacemos.
La humildad es hermosa; pero no está de moda en estos días. Pocos seres humanos la tienen. Eso es algo que debemos adquirir tarde o temprano.

EL CARISMA DE UNA PERSONA CON ÉXITO.

El mito de Ulises u Odiseo y el Caballo de Troya nos hace recordar la importancia de la sencillez. Una persona exitosa y sencilla emana de sí un magnetismo, un atractivo, muy especial. Una persona así es carismática y a todos agrada.

Si todas las personas con éxito fuesen sencillas, si fueran humildes, el mundo sería mejor. Lamentablemente, sucede a menudo que una persona con éxito no posee esa característica. Muchos por la fama o por el poder se corrompen y llegan incluso a olvidar sus raíces, su origen. Desgraciadamente, se llenan de orgullo y arrogancia.

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