LA MARIPOSA BLANCA: UN MITO DE AMOR JAPONÉS.

Takahma y Akiko eran dos jóvenes que, de acuerdo a las tradiciones japonesas, estaban comprometidos en matrimonio. Ellos soñaban con aquel día en que estarían juntos y unidos por el amor que se tenían. Era uno de esos amores que no suelen darse.

Pensando el uno en el otro vivían aquellos jóvenes, vivan para estar juntos, para amarse el resto de la vida. Así pasaban los días y esperaban el gran día de su boda.

Takahma quería tanto que Akiko fuera suya, pero sobre todo que ella fuera feliz. Ella, igual que él, deseaba la felicidad de su joven enamorado.

Cuando amas de verdad tu felicidad es la felicidad del ser amado. Click To Tweet

¿Por qué el perfume del verdadero amor se ha ido en los hogares modernos? El egoísmo, las ilusiones y expectativas falsas engañan las mentes y los corazones. Ahora la gente vive deseando lo que no dan…

Te podría interesar:
MITOS DE AMOR.
POEMAS DE AMOR DE 5 POETAS ESPAÑOLES.
MITOS DE ASIA.

LA MARIPOSA BLANCA: LA TRAGEDIA.

Ciertamente ellos vivan felices, desando formar un hogar lindo, honorable y digno. Pero el destino tenía preparado una tragedia… Akiko, aquella doncella de dieciocho años falleció si haber podido cumplir su sueño de casarse con su amado.

La noticia de la muerte de la bella Akiko desbastó al pobre Takahma. Su dolor fue profundo y lloró la muerte de su amada. Todos sus sueños se hicieron pedazos. Hizo aquel día un juramento. sí, juro no casarse en toda su vida, pues su amor era para su amada y para nadie más.

Es verdad se quedo soltero y no volvió a salir con ninguna otra chica. Comenzó a envejecer, pero él seguía fiel a su juramento. Era noble, bueno y amable; sin embargo, algunos vecinos creían que estaba loco simplemente por no haberse casado jamás.

Te podría interesar:
EL TRAGICO AMOR DE LA LAGUNA DEL INCA.
POEMAS DEAMOR DE 5 POETAS LATINOAMRICANOS.

LA MARIPOSA BLANCA: LA VISITA.

Takahma vivía solo, ya era un anciano y un día enfermó. Sus vecinos se preocuparon, avisaron a la que debía ser sido su cuñada y ella trajo así hijo, el sobrino del anciano. Ellos llegaron y lo atendieron de la mejor manera, es evidente que le tenían cariño. Se dieron cuenta que estaba pro morir.

El anciano se quedó dormido y de inmediato una mariposa blanca entró en su habitación y se fue a posar junto a Takahma. El sobrino procuró espantarla para que se fuera, pero una y otra vez regresaba al mismo lugar.

Por fin, decidió seguirla al jardín y ella escapo rumbo al cementerio. El chico le había seguido y notó que llego a una tumba donde desapareció. Aqullo le causo curiosidad al sobrino del anciano, decidió indagar el nombre de la persona de aquella tumba. Allí leyó el nombre “Akiko.” Claro, él no sabía de quien se trataba, pero notó que habían flores frescas y que había agua en un cazo junto a la tumba.

El muchacho corrió a contar aquello a su madre. Cuando ella escucho que en la tumba estaba escrito “Akiko” lo entendió todo. Le contó al chico del mayor de Takahma por aquella joven. Él había llevado flores todos los días a la tumba de su amada, por eso las flores frescas y el agua en el cazo.

Sí, aquel hombre había sido fiel a su juramento y el bello recuerdo de su amada nunca se había ido. Es claro que aquel mariposa era el alma de su amada que ahora venía a acompañarlo a pasar al otro lado.

La madre del muchacho le dijo que Takahma acababa de morir, pero justo antes de su último aliento dijo las siguientes palabras:

“Donde las mariposas van a dormir
allí iré esta noche a dormir.
¡Mariposa mía ven a mí!”

COMENTARIO FINAL.

Pienso que el verdadero amor existe, creo que Akiko vino en forma de mariposa a acompañar a su amado para traspasa el umbral que separa a los vivos de los muertos.

Es bello el amor, es bello mar.